Isabel II de Inglaterra se enteró de que era Reina en el Treetops Lodge durante un safari por Kenya
La caza está unida a la historia de la mayoría de familias reales. El Treetops Lodge es un modesto albergue de caza situado en Kenya en el Aberdare National Park. Allí Isabel II de Inglaterra se enteró de que era Reina, por la muerte de su padre. El lugar donde pernoctó la joven exploradora es un sitio rústico. Todo de madera y sin grandes lujos, acogedor pero con pequeñas habitaciones. Destaca el magnífico mirador donde los huéspedes pueden observar los animales que se acercan a beber a la charca. La reina británica se dedicó a contar los animales salvajes que se acercaban al refugio. Por la noche los observadores del hotel avisan con una campanilla de la llegada de los distintos tipos de animales. Con suerte se puede ver el rinoceronte negro en peligro de extinción. Muy cerca se encuentra el Lago Nakuru con aguas que parecen de color rosa debido a los flamencos que frecuentan el lugar. El sitio es ideal para realizar un safari fotográfico. La anécdota real sucedió en 1952 cuando la princesa Isabel tenía 25 años. Los keniatas cuentan que subió a un árbol como princesa (se refieren al hotel Treetops) para pasar la noche, y bajó como reina de un poderoso imperio.
El Rey pernoctó en Zimbabue en una habitación a 6.000 dólares la noche
La afición del rey Juan Carlos a la caza surge en la más tierna infancia. Desde entonces ha sido invitado a cazerías por todo el mundo. Ahora se destapa su participación en un safari en Zimbabue, alojándose en el exclusivo resort Pamushana Lodge, junto a la reserva de Gonarezhou. El monarca viajó con «varios empresarios, entre ellos una mujer», y practicó la caza de elefantes y leopardos, según El Confidencial.
El Pamushana Lodge es un lujoso hotel para millonarios turistas, enclavado en la reserva natural de Malilangwe, al sudeste de Zimbabue. El rey pernoctó cinco noches en el refugio privado del hotel, la estancia más cara del complejo cuesta unos 5.785 dólares -más de 4.400 euros- la noche. En la reserva son famosos los rinocerontes negros en vías de extinción, aún sobreviven en Zimbabue. El rey cazó en una zona donde abunda el elefante, el búfalo, la cebra, el hipopótamo, la jirafa y el leopardo. Cazar un elefante cuesta más de 25.000 dólares y un leopardo unos 15.000 dólares. Michael Douglas es otro de los ilustres turistas que se albergó en el Pamushana Lodge
Un defensor de las cazerías reales
Antonio Sánchez Ariño suma más de 1.300 elefantes cazados. Este valenciano, de 82 años, es amigo personal del Rey. Hoy tanto él como su mujer, Isabel Quintanilla, salen en defensa del monarca. Aseguran que «nunca se ha gastado un céntimo público» y que siempre que ha ido a este tipo de cacerías, lo ha hecho invitado. Cuentan que es habitual que, tanto las propias empresas organizadoras de safaris como empresarios, inviten a «cabezas coronadas» como el Rey Don Juan Carlos. Eso les da prestigio, dicen. Las empresas del sector cifran en unos 40 mil euros el precio del safari de 14 días en Botswana para matar a un elefante. Se hace con el permiso del Gobierno y se registra incluso con GPS el lugar donde se abate al animal. Los cazadores aseguran que en Botswuana sobran los elefantes, hay 130 mil y si no los mataran acabarían con el delta del Okavango.
Informa Alfredo Muñiz
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