Ruta de los Misterios Negros (isla Terceira, Azores): espectacular, increíble y sorprendente naturaleza
Al adentrarnos en el bosque de cedros descubrimos unas estampas idílicas con raíces que invaden el camino, musgo, acebos, laurel, hortensias y helechos por doquier. En el sendero de ensueño encontrarás zonas con escaleras de madera para facilitar el recorrido y algún tramo embarrado.
Seguramente un chaparrón te dejará empapado, y luego saldrá el sol. Pese a los obstáculos que encuentres en el camino, merece la pena la experiencia. La diversidad orográfica y paisajística se disfruta a lo largo de todo el recorrido. A pesar de la corta distancia (5,4 km en total), se puede tardar fácilmente de dos a tres horas, según el ritmo y el tiempo que se emplee en hacer fotografías.
La Ruta de los Misterios es un sendero circular de 5, 4 km a través de un paisaje volcánico y boscoso. El autobús nos dejó cerca de la Lagoa do Negro, un pequeño lago rodeado de criptomerias, y en el recorrido descubrimos tres lagunas, Lagoinhas do Vale Fundo. El suelo con piedra volcánica en el tramo intermedio de la caminata es más pesado para los que tengan un tobillo débil, pero sin dificultad para los acostumbrados al trekking. El sendero está señalizado con marcas rojas y blancas, no tienes pérdida.
El entorno es sobrecogedor, la bruma entre el bosque crea una atmósfera fantasmagórica, un paisaje de cuento de hadas, de ahí el nombre Misterios Negros.
Se recomienda llevar calzado de trekking, puedes encontrar barro si llovió previamente. Además, no olvidar una botella de agua, chubasquero y paraguas.
Desde la zona más alta divisamos el Pico Gordo, el macizo central de la isla, y el Pico do Gaspar.
Además de la exuberante vegetación, los Misterios Negros también albergan formaciones geológicas intrigantes, como grutas y túneles naturales. La historia de la isla se entrelaza con estos misterios, la leyenda cuenta que algunas de estas cuevas fueron utilizadas por piratas y contrabandistas en el pasado.
Una viaje al centro de la Tierra
Al adentrarnos en la cueva nos imaginamos el escondite de un tesoro pirata mientras las estalactitas crecen desde el techo, y llegan a formar columnas con las estalagmitas, que nacen del suelo.
La Gruta do Natal es una cueva volcánica que se extiende bajo la Lagoa do Negro, un pequeño lago rodeado de criptomerias. Esta cueva tiene unos 700 metros de longitud, y en su interior se pueden observar las galerías y los túneles que se formaron por el paso de la lava. En el recorrido hay un pequeño tramo que tienes que caminar en cuclillas pero siempre puedes buscar una ruta alternativa para evitar complicaciones.
Esta gruta también posee un valor histórico, ya que fue utilizada como refugio durante la Segunda Guerra Mundial. Informa Alfredo Muñiz.
Desde esta web agradecemos a David Esteso de Viajes Más Que Un Plan por la organización técnica, y a Alberto Bermejo de Oneira que en la retaguardia velaba porque no nos tragara la tierra en las cercanías del infierno.
Relacionado: El paraíso volcánico de las Azores y sus maravillas ocultas