La exuberante belleza natural de las islas más verdes del Atlántico
Lagos verdes; Misterios negros, una ruta de montaña donde el verde es el protagonista principal; helechos gigantes y vegetación exuberante por doquier, cascadas rodeadas de flora y árboles centenarios. Cráteres con fumarolas y fogones en la tierra donde los restaurantes preparan los cocidos que sirven a sus comensales. Hortensias y camelias de todos los colores se unen a las estampas campestres idílicas.
Para disfrutar de las Azores es necesario llevar paraguas, gafas de sol, sombrero, ropa de verano y chubasquero. El tiempo es una locura, y tan pronto está lloviendo como sale el sol. Sea como fuere, el impacto visual de disfrutar de tanta naturaleza en estado puro es inolvidable.
Escribe este texto un asturiano, nacido en la Costa Verde de España y acostumbrado al verde, pero he de confesar que me ha encandilado “el verde que te quiero verde” de las Azores.
“Un oasis de serenidad muy cercano, en pleno océano Atlántico”, así es como describe nuestro team leader Alberto Bermejo de Oneira la esencia del viaje.
“Un archipiélago único y mágico, un paraíso terrenal que cautiva los sentidos del viajero, el secreto mejor guardado del Atlántico. La isla de Terceira, con su exuberante vegetación y su paisaje montañoso, es un verdadero tesoro natural; las Cuevas Algar do Carvão. Sus prados verdes y acantilados impresionantes se entrelazan con encantadores pueblos de casas blancas y calles adoquinadas. La historia y la cultura están presentes en cada rincón, con fortalezas antiguas y hermosas iglesias que muestran su legado colonial, como nos muestra Angra do Heroísmo, su capital, Patrimonio de la Humanidad UNESCO.
La Isla de São Miguel, un auténtico edén tropical, donde la belleza escénica alcanza su máxima expresión. Sus lagos de agua cristalina y sus exuberantes jardines botánicos son un regalo para los ojos. Además, sus piscinas naturales y playas de arena negra ofrecen oportunidades para disfrutar de la naturaleza en su forma más pura.
La belleza de Lagoa de Sete Cidades, una joya natural muy pintoresca; o sus Termas Geotérmicas, como las Piscinas de Ferraria; el deslumbrante Cráter del Volcán Furnas.
¡Un mundo de maravillas ocultas donde la naturaleza es la protagonista!”, remata Alberto Bermejo de Oneira.
Probar el atún, la mantequilla, los embutidos al vapor de un cráter volcánico, y pescados locales como el lirio o el alfonsiño. Sin duda, un espectacular destino para recomendar. Informa Alfredo Muñiz.