Las bandejas de canapés circularon por los abarrotados salones y el patio del Hotel de La Reconquista en Oviedo tras el acto de entrega de los Premios Príncipe de Asturias. Bollitos preñados con chorizo; bolitas de mousse de foie con sésamo servidas en cucharilla; puré de manzana y requesón; trozos de empanada; canapés de bonito y con crema de salmón; tartaletas con distintos tipos de mousses; jamón de pato; brochetas de frutas con melón, uvas y naranja.
La flor y nata de Asturias, los galardonados y los políticos se vistieron de fiesta para recibir a don Felipe y a doña Letizia. En el cóctel tenían que hacer cola para lograr un vino en la barra libre y la mayoría optaron por reservar mesa en un restaurante para cenar. En los salones principales había camareros con bandejas con cava catalán, cervezas y refrescos, aunque no daban a basto dado la gran cantidad de invitados.
Al final del cóctel los príncipes salieron a saludar al patio y permitieron que el pueblo se hiciera fotos con ellos, aunque doña Letizia se retiró antes mientras que don Felipe aguantó durante un rato los flashes de las cámaras.
Entre los invitados no premiados se encontraba el Padre Ángel, Teresa Berganza, los expresidentes Cascos y Revilla, la diputada Rosa Díez, María Teresa Álvarez (viuda de Sabino Fernández Campo), o Adolfo Suarez junior.
Por lo demás, al medio día se sirvió un buffet también en el Reconquista al que acudieron numerosos invitados. Pese al cóctel low cost, no hubo grandes variaciones gastronómicas en relación con años anteriores:
El voraz apetito de la princesa Letizia durante los Premios Príncipe de Asturias. Informa Alfredo Muñiz.