Con chaquetillas con giños a las camisas de fuerza del manicomio vistió el chef David Muñoz (él prefiere escribir Dabiz) a su equipo de cocina para la ponencia presentada en Madrid Fusión.
Lejos de los maridajes tradicionales y puristas. Propuestas rompedoras, Muñoz invita al comensal a utilizar la pajita, una cuchara y hasta una pipeta que seguramente escandalice a los más conservadores. “Se que soy diferente pero la normalidad está sobrevalorada”, mensaje de Madrid Fusión que David Muñoz lleva a la práctica.El alma de Diverxo comenzó con una sidra de escanciar aderezada con sake. Continuó con cerveza y una copita de Oloroso, cuatro propuestas de maridaje para cada plato -él llama lienzo-.
También epató con champán con esferas de whisky de malta para maridar con trufa. Una pipeta de Calvados para combinar pato con erizo de mar. Vino espumoso de manzana, ginfizz de manzana, Riesling sour, un Borgoña aliñado como una margarita con sal y una gota de chile para abrirlo más y darle un toque picante. Tokay húngaro con especias marroquíes, vino aliñado con piel de naranja. Beber vino granizado y luego vino a temperatura ambiente. Cóctel con angulas vivas, ron, licor de chocolate.
El Crestas de los fogones pretende potenciar los matices que convierten su cocina en toda una experiencia sensorial.Varía desde la textura de un Priorato con aceite de uva hasta una uva garnacha blanca de la denominación de origen La Mancha que se transforma en un manjar propio de las Rías Baixas gracias a la gastronomía. Locuras de un genio.
Informa Alfredo Muñiz. Relacionado: