Con motivo de la dimisión de Esperanza Aguirre vamos a relatar una anécdota inédita ocurrida en un restaurante de Madrid. El director de PARAHORECA.COM fue invitado a cenar en La Castafiore (Calle Marqués de Monasterio 5. Metro Colón). El establecimiento es uno de esos lugares donde los camareros protagonizan improvisaciones de ópera durante la cena. La música de un piano acompaña toda la velada. La gran sorpresa de la noche fue que la expresidenta de la Comunidad de Madrid estaba presidiendo la mesa contigua con numerosos miembros de su familia, entre ellos su esposo, Fernando Ramírez de Haro, conde de Murillo, desciende del marqués Félix Valdés de los Ríos.
Pues bien, a los postres los camareros comenzaron a servir un cava de la casa para que los comensales pudieran brindar con la música de La Traviata de Verdi. Entonces un famoso empresario madrileño se dirigió a la jefa de sala para que obsequiara a la presidenta Aguirre con una de las mejores marcas de champán francés. Esperanza Aguirre se levantó inmediatamente de la mesa para agradecer el cumplido pero con todo respeto explicó que no podía recibir ningún tipo de regalo para evitar malentendidos.
Esa misma mañana la presidenta acudió a la inauguración de una fábrica en la sierra madrileña y casualmente el que escribe esta columna también coincidió con ella. Al verme en el restaurante, me reconoció y saludó con amabilidad. Entonces aproveché para preguntarle por las posibilidades de Cascos ante las elecciones autonómicas del Principado. A lo cual respondió: «Hay muchas esperanzas de que Cascos sea el próximo presidente de Asturias». La profecía se cumplió aunque para ello el exvicepresidente de Aznar tuvo que abandonar el Partido Popular. Ahora los más críticos de la derecha argumentan que Mariano Rajoy dirige España hacia el abismo. La gran duda ante la dimisión de Aguirre es: ¿se formará un tea-party con el sector más conservador del PP?, ¿se unirá Cascos al equipo de su amiga Esperanza?, ¿regresará Aznar como el gran salvador? Veremos.
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De momento tan sólo indicar que en La Castafiore se sirve un menú mediterráneo del que destaca el medallón con foie con aceite de Oporto. Aunque no esperen un restaurante de estrella Michelin ni unas sopranos de La Scala de Milán. El espectáculo de ópera es divertido con improvisaciones de los intérpretes y aire desenfadado. Del menú quizá la mejor opción sean los platos italianos.
¿Regresará la lideresa a Asturias para reflexionar?
Esperanza Aguirre suele acudir fines de semana a su retiro de Pravia en Asturias. En especial se escapa nada más que comienza el buen tiempo primaveral y es cita obligada todos los veranos, al menos, durante el mes de agosto. Su familia consorte regenta el palacio de la Marquesa de Casa Valdés, en la que fuera capital del reino astur en época del rey Silos. Allí la lideresa aprovecha para reflexionar y solía trazar las líneas maestras de la Comunidad madrileña.
En una de sus visitas manifestó que la tranquilidad del pueblo asturiano le otorga la prudencia necesaria para elaborar su plan anticrisis. Además, el palacio de su familia consorte le otorga privacidad, descanso y libertad de movimientos; un pariente de su esposo, Fernando Ramírez de Haro, mandó construir el histórico edificio.
Vacaciones austeras
En Pravia a primera hora la presidenta suele dedicarse a trabajar en vacaciones. Luego doña Esperanza recorre el mercado de frutas y verduras del pueblo, desayuna en la pastelería Siola y es una asidua de las corridas de toros en Gijón, como una turista más.
Por supuesto, siempre tiene tiempo para practicar su deporte favorito en el Real Club de Golf de Castiello donde sus colegas murmuran con sorna que “cada día año tiene mejor swing”. En realidad, los más envidiosos cotillean que su hándicap ha empeorado de un envidiable 4 a un digno 6. Sea como fuere, en Gijón se siente como en su casa y al entrar en la plaza de toros es vitoreada a gritos de “torera, torera”. Ella muestra cara de satisfacción y es la primera en sacar el pañuelito blanco pidiendo orejas y rabo.
Además en los club privados de Gijón suele reunirse con su amigo Rodrigo Rato con quien también coincide en la plaza de toros llegando a compartir palco. Por lo demás, suele asistir a alguna fiesta privada de la jet asturiana. El año pasado tras la victoria de Cascos quedó a cenar con él y María Porto en La Pondala (Gijón), tras una de las corridas de la Feria de Begoña recién investido presidente. Si viene este otoño seguro que será recibida con todos los honores y veremos con quien se reúne en la cuna de la «reconquista» …
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Informa Alfredo Muñiz
