Con mantilla a la española y perlas María Dolores de Cospedal; una discreta toquilla ha elegido Soraya Sáenz de Santamaría, ambas vestidas de riguroso negro. Con aire de beatas asistieron las dos representantes del PP a la misa papal, junto al Embajador ante la Santa Sede. La visita pretendía rendir homenaje al nombramiento de san Juan de Ávila como doctor de la Iglesia. Sin embargo, no fueran bien vistas por un sector de la delegación española. Aunque también hay quien las defendió: «La diplomacia del Vaticano como Estado recibe a dignatarios de todo el mundo sean de la confesión que sean. Su indumentaria seguro que se ajustaba o al menos no se salía del protocolo».
Tan sólo existen 33 ilustres miembros a lo largo de la historia con tan alto nombramiento de doctor de la Iglesia. Santos que con sus escritos han contribuido a la erudición del cristianismo. Además del recién incorporado, ya disfrutan de la categoría de doctores: san Juan de la Cruz, san Isidoro de Sevilla y santa Teresa de Ávila.
«Sáenz de Santamaría y Cospedal, con una vida ajena a la moral católica, encabezarán la delegación española que acudirá a la misa en Roma por San Juan de Ávila», critican los más católicos.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, encabezarán la delegación española de veinte personas que acudirá este domingo a Roma con motivo de la declaración de San Juan de Ávila como Doctor de la Iglesia Universal en una misa celebrada por el Papa Benedicto XVI.
«Sin intención de entrometernos en la vida privada de estas dos mujeres, que únicamente les compete a ellas, únicamente vamos a recordar la incongruencia manifiesta que significa que dos personas que en sus actos cotidianos han demostrado estar en contra de lo defendido por la Iglesia Católica (Sáenz de Santamaría está casada por lo civil y Cospedal tuvo un hijo por inseminación artificial) sean las representantes de una delegación que acude a una misa en honor de uno de los más conocidos teólogos de la Historia de España», rematan los disidentes con la representación oficial.
