Compras “fake” del Gobierno: un timo de la estampita que nos sale caro en vidas, tiempo perdido y euros…
El Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias adjudicó un contrato de 17,1 millones de euros a una empresa presuntamente sin licencia que se dedicaba a vender lociones para combatir piojos, cosméticos, complementos vitamínicos y alimenticios, así como ciertos medicamentos, según figura en su web. Aunque a la vista del servicio prestado al Gobierno podemos calificarla como de “dudosa” reputación en el sector farmacéutico; se trata de la compañía catalana Interpharma. Sea como fuere, el Ministerio de Sanidad le concedió el mayor contrato sanitario en la crisis del coronavirus y durante semanas ocultó el nombre del intermediario. Como consecuencia del desaguisado, el Ejecutivo se vio obligado a devolver 659.000 test rápidos. Por su parte, China desvela que España y su intermediario compró los test fallidos a un fabricante sin licencia, y además, añade que había facilitado al Gobierno de España una lista de fabricantes homologados dónde no figuraba la empresa china que engañó a los españoles. Por tanto, el Gobierno desoyó las advertencias de los chinos que le alertaron de posibles fabricantes “fake”.
Para más INRI, el Gobierno de coalición PSOE-PODEMOS compró los test chinos falsos para el coronavirus por más del doble de su valor de mercado. Sanidad pagó 26 euros por cada test rápido, en China se venden a 5 euros y en otros países se comercializaban a 13 euros. Por tanto, el Gobierno con dinero de todos los españoles pagó por los test defectuosos el doble de su valor de mercado.
¿Por qué el Gobierno acude a una empresa de dudosa credibilidad en unos momentos tan delicados?, ¿Qué criterios de selección de proveedores se aplicaron?, ¿Dónde están los Comités Técnicos y Científicos del Gabinete Ministerial?, ¿Abrió la Agencia Española de Medicamentos una inspección para evitar riesgos en la salud debido a los test defectuosos comprados por el Gobierno?, ¿Por qué no se escucharon las recomendaciones del Gobierno chino?, ¿Qué intereses ocultos existen para adjudicar un contrato de tal envergadura a una empresa catalana sin licencia y que, por tanto, no tiene ninguna experiencia en el sector?, ¿Se solicitaron presupuestos a otras empresas especializadas tal como recomienda cualquier sistema de gestión ISO?, ¿Les han devuelto todo el dinero pagado?
El diario El Mundo destapa los entresijos de las compras “fake” del Gobierno
“El Gobierno compró los test chinos falsos para el coronavirus por más del doble de su valor. Sanidad pagó 26 euros por cada test rápido a la empresa china Bioeasy mientras ésta los vendía a cinco y se comercializaban a 13 euros. El Gobierno pagó por los test chinos falsos para detectar el coronavirus más del doble de su precio de mercado. El Ministerio de Sanidad que dirige Salvador Illa firmó un contrato por importe de 17,1 millones de euros con la intermediaria catalana Interpharma a cambio de un lote de 659.000 unidades de la empresa asiática Bioeasy Biotechnology”, tal como destapa El Mundo.
“Sanidad contrató a la empresa de las mascarillas ‘fake’ para el coronavirus sin licencia. La sociedad Garry Galaxy no tuvo permiso del Gobierno de China para producir material de hospital hasta el 6 de abril. El Ministerio de Sanidad adquirió 2,1 millones de mascarillas del fabricante chino Garry Galaxy el 20 de marzo. Cientos de miles de ellas resultaron inservibles y pusieron en riesgo a los profesionales sanitarios que las usaron. En el contrato de compra se justificaba que “una de las necesidades más imprescindibles es proteger a los profesionales que trabajan en el sector sanitario”, publica El Mundo.
¿Abrió la Agencia Española de Medicamentos una inspección para evitar riesgos en la salud debido a los test defectuosos comprados por el Gobierno?
Entretanto el pueblo permanece con miedo confinado en sus casas, ya sentenció en su día Mark Twain: “Es más fácil engañar a la gente que convencerlos que de que han sido engañados”.
