Elige una escapada en función de tu presupuesto: a la playa, a la montaña, a tu pueblo, a la provincia vecina o a tu destino soñado. Si puedes afrontar el gasto, no te quedes en casa: viaja
Un viaje hay que prepararlo con tiempo. A mí me gusta organizarlo por mi cuenta, seleccionar el hotel, el vuelo, reservar los restaurantes, los espectáculos y las excursiones. Después del trabajo viene el disfrute y, tras la escapada quedan los recuerdos.
Siempre recordaré la inolvidable «madrugá» en Sevilla con una silla privilegiada en La Campana gracias a mi amigo el Ilustrísimo Señor D. Manuel Barea, no en vano, regenta la Medalla de Andalucía, entre otros títulos ilustres. En un descanso de procesiones, coincidimos en un restaurante con la ex duquesa de Franco y con su madre, la época en que Carmen Martínez Bordiú salía con Roberto Federici que también se encontraba en la mesa. Los tiempos cambian y el pasado 21 de octubre de 2022 entró en vigor la Ley de memoria democrática que suprimió el título de duquesa de Franco. No obstante, la Bordiú mantiene el título de marquesa de Villaverde, y hasta la fecha de su divorcio, en 1982, fue Duquesa consorte de Cádiz y Duquesa consorte de Anjou. Según me explica el experto Amadeo Rey: «Esa ley sólo suprimió una serie de títulos ente los que no estaba el Marquesado de Villaverde. En cuanto a la pertenencia a cualquier corporación nobiliaria no queda afectada por la ley de octubre de 2022» Por tanto, la Franco mantiene el título de dama del Real Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias.
Tras la experiencia mágica de la Semana Santa sevillana, nuestro amigo fallecido Valentín Álvarez Vigil, fundador de Ecobol, nos invitó a su cortijo en las inmediaciones del Coto de Doñana.
Recuerdo la última conversación que tuve con el empresario, estaba preparando un libro sobre Empresa Familiar y me pidió todos mis artículos sobre el tema para incluirlos en el compendio en pro de una sucesión planificada de forma profesional.
También ejercí de mediador para vender su cortijo a unos importantes inversores extranjeros, pero al final no llegaron a un acuerdo.
Viajar en grupo con sevillanos como María del Monte no tiene precio
La otra alternativa de viajar es acudir a una agencia especializada, aunque a veces no todo sale como nos gustaría cuando vamos en grupo, te tienes que ajustar al horario establecido, a los restaurantes generalmente de comida basura o a cenas de gala que más bien son un paripé para sacar los cuartos y abultar la factura. Y no les digo nada cuando, encima incumplen lo acordado previamente, te venden gato por liebre. El colmo es cuando cometen errores a mansalva y se ponen chulos. Vivir para ver, algunos valemos más por lo que callamos. Tengan cuidado porque cada vez es más común las estafas de viajes por Internet. Acudan a personas de confianza. La excelencia es un viaje sin destino final.
En mi último viaje a Bulgaria, viajé en el mismo grupo que otra sevillana ilustre, la cantante María del Monte, y me acordé de mi amigo Manolo. Lo simpático es que ella también lo conoce, y lo llamó Manolín. Cuanto más grande es una persona tiene el don de la humildad y así me lo demostraron estos sevillanos ilustres que conozco. Relacionado: Gracias María del Monte por tu Arte y por tu Humanidad
Adjunto foto de la cena que cito en el texto donde aparece: la periodista Paloma Barrientos, Ágatha Ruiz de la Prada, Patón Porras (novio de Ágatha) y Alfredo Muñiz
El novio de Ágatha Ruiz de la Prada y su nostalgia por Asturias
En mi último viaje, además de ser recibido por el rey Simeón de Bulgaria en su palacio de Vrana, coincidí con la XIII marquesa de Castelldosríus, grande de España, y XXIX baronesa de Santa Pau, más conocida como Ágatha Ruiz de la Prada. La diseñadora aristócrata iba acompañada de su novio, José Manuel Díaz-Patón Porras, un tío que me cayó fenomenal, por no decir de puta madre, fue mi gran descubrimiento. Me ganó con su impresionante cultura sobre la Reconquista asturiana; me contó que había veraneado en Salinas durante años; fue amigo de los Sitges y su padre tenía un barco anclado en la ría de Avilés. «¿Cómo está ahora la Casona de Arnao?», preguntó durante la cena de gala en el Museo Nacional de Historia en Sofía (Bulgaria).
El novio de Ágatha fue el dueño de la discoteca Archy, el templo discotequero de mi época universitaria en Madrid durante la movida de los 80. Mis amigos iban a Archy y se codeaban con el entonces Príncipe Felipe de Borbón que bailaba salsa con las más guapas de la sala. Entretanto, yo me quedaba en el colegio mayor estudiando. Solamente salía cuando mi padre, José Muñiz, acudía a sus asambleas como presidente de MAESA (Mayoristas Asociados de España S.A.). El próximo miércoles, 5 de abril, se celebrará la misa de cabo de año a las seis de la tarde en la Iglesia de Nuestra Señora Carmen de Salinas (Asturias) por el alma del presidente fundador del grupo Supercash. D.E.P.
Recuerdo cuando iba a buscarlo a sus oficinas en el Palacio de la Prensa, en la madrileña plaza del Callao, y soñaba con ser periodista, aunque me martirizaba estudiando Análisis Contable Superior, Matemáticas Financieras y la dichosa Macroeconomía que me ponía los pelos de punta.
Ahora, aquellas noches de insomnio han dado sus frutos, las recuerdos con nostalgia porque si he logrado llegar a donde estoy hoy es por haber pasado aquel calvario.
En mi memoria, quedan los recuerdos de tantos viajes, las vivencias en tantos países que me ayudaron a abrir la mente y las nuevas amistades cultivadas en el trayecto. Ahora, puedo firmar como economista, periodista y autor de EL TESTAMENTO DEL GALLO, disponible en Amazon. Informa Alfredo Muñiz.
Un cordial saludo,
Por cierto, en el viaje también coincidí con otra aristócrata: la XIII marquesa de Castelldosríus, grande de España, y XXIX baronesa de Santa Pau, más conocida como Ágatha Ruiz de la Prada. La diseñadora aristócrata iba acompañada de su novio, José Manuel Díaz-Patón Porras, un tío que me cayó fenomenal, por no decir de puta madre. Me ganó con su cultura sobre la Reconquista asturiana, me contó que había veraneado en Salinas durante años, fue amigo de los Sitges y su padre tenía un barco anclado en la ría de Avilés. «¿Cómo está ahora la Casona de Arnao?», preguntó durante la cena en el Museo Nacional de Historia en Sofía (Bulgaria).
Lo que desconocía es que el novio de Ágatha fue el dueño de la discoteca Archy, el templo discotequero de mi época universitaria en Madrid durante la movida de los 80. Mis amigos iban a Archy y se codeaban con el entonces Príncipe Felipe de Borbón que bailaba salsa con las más guapas de la sala. Entretanto, yo me quedaba en el colegio mayor estudiando. Solamente salía cuando mi padre, José Muñiz, acudía a sus asambleas como presidente de MAESA (Mayoristas Asociados de España S.A.). El próximo miércoles 5 de abril celebraremos una misa por su primer cabo de año en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen (Salinas) a las seis de la tarde. D.E.P.
Recuerdo cuando iba a buscarlo a sus oficinas en el Palacio de la Prensa, en la plaza de Callao, y soñaba con ser periodista, aunque me martirizaba estudiando Análisis Contable Superior, Matemáticas Financieras y la dichosa Macroeconomía que me ponía los pelos de punta.
Ahora, aquellas noches de insomnio han dado sus frutos, las recuerdos con nostalgia porque si he logrado llegar a donde estoy es por haber pasado aquel calvario.
En mi memoria, quedan los recuerdos de tantos viajes, las vivencias en tantos países que me ayudaron a abrir la mente y las nuevas amistades cultivadas en el trayecto. Ahora puedo firmar como economista, periodista y autor de EL TESTAMENTO DEL GALLO, disponible en Amazon.
Informa Alfredo Muñiz
