Carmiña, la viuda del Gallo, se encuentra en un sinvivir contemplando a la princesa de Asturias por televisión recibiendo el sable como Dama Cadete.
- “Esta guapa a rabiar, elegante y campechana como su abuelo Juan Carlos. Es admirable la educación de esta nena. Al verla me emociono porque distingo a la futura Reina de España. Ojalá viva lo suficiente para contemplar como toma el mando y acaba con los independentistas catalanes”, comenta la abuela con la mano en el pecho.
- “A ver, avoa. Mona, es cierto que está monísima con el uniforme y ese cinturón que no se sabe si es de Versace o de mi hermano Bel, pero tampoco es que se haya graduado en Harvard. Se incorporó a la Academia Militar de Zaragoza hace un mes y parece que ya terminó tres doctorados. Que si el sable. Que si la gloriosa tradición militar. Cuando llegue a la jura de bandera, ¿tendremos que nombrar Generala a la cadete de Borbón? Y cuando aparezca con el traje de camuflaje, ¿le harán la ola hasta en la Madrid Fashion Week?”, critica Lilit.
- “Yo no sé a quién saliste. Enseguida sale tu pluma republicana. Vamos a ver, Leo cuando termine su formación en la Academia General Militar de Zaragoza, ingresará en la Armada. Vendrá a nuestra amada Galicia y si vivo para entonces iré a vitorearla con mi moño arriba España. Con suerte, se enamorará de un gallego y tendremos un rey consorte de nuestra tierra. Al año siguiente, se va a Murcia para integrarse en el Ejército del Aire. Va a salir Generala de los tres ejércitos: Tierra, Mar y Cielos”, explica Carmiña.
- “Abuela, déjate de milongas y sainetes. Esta nena nació con un pan debajo del brazo. Como nuestro Manoliño y Josemita, uno sexador de pollos y el otro chorizo con corbata, pero ambos con sueldos de ministro por su apellido. Da igual lo que estudie la Leo, ella es la sucesora y ya se encargarán de convencer al pueblo de que es una superdotada para Gobernar. De momento, con que quede bien en las fotos es suficiente. Ya ves su padre. El Puigdemont de los cojones pone al presidente Sánchez entre la espada y la pared, y éste terminará concediendo la amnistía a un perseguido por la Justicia. Y aquí paz y en el cielo gloria. Luego a mí me criticaréis si me tiro al entrenador militar de Leo que, seguro que está para invitarlo a una mariscada con postre en un reservado con cama y jacuzzi”, rebate Lilit.
- “Eres satánica, libertina, republicana, puta y perversa. Menos mal que nos queda Letizia para poner orden en la Casa Real. Ya vez como está educando a las nenas”, añade la abuela.
- “Con la Iglesia hemos topado, la Leti hija de una sindicalista, divorciada, abortada y más operada que la Cher. Anda ya. Que se vaya a Asturias a tomar culinos de sidra”, sugiere la rebelde Lilit.
- «Menos mal que la constitución, da prioridad al hombre sobre la mujer en el orden sucesorio. Imagínate a Froilán en el Ejército…», sonríe la abuela.
- «A mí me va más la marcha de Pipe. Ya que es rico de fiesta a tope. No anda con postureos. Y si hay que ir a trabajar con los árabes, hace el sacrificio», remata Lilit.
- «Mérito el de la princesa Leonor que lleva un mes sudando gota gorda, arrastrándose por el fango y manejando el fusil como si fuera a la guerra. Gracias a su esfuerzo le concedieron la boina grancé, que le queda fenomenal sobre su rubia cabellera. El granate en la cabeza como símbolo de combatiente en el Ejército de Tierra se va a poner de moda este otoño», explica Carmiña.
- «Gaitas y pepinillos en vinagre. Si le gusta tanto el combate que la manden a Ucrania a batirse contra los rusos», apostilla Lilit.
La abuela Carmiña deja a su nieta por imposible y rescata de su colección de discos un viejo tema. Nada menos que “Soldadito español”, interpretado por Marujita Díaz.
Fragmento de la segunda parte de la novela EL TESTAMENTO DEL GALLO, escrito por Alfredo Muñiz, disponible la primera parte en Amazon.
