Miguel Arias Cañete, el candidato español a la cartera de Acción Climática y Energía en Europa, ha tenido que soportar una retahíla de preguntas “impertinentes” ante la Eurocámara. Cañete fue entrevistado en su día por PARAHORECA.COM y demostró un talante bonachón: Medidas de Cañete para incentivar el ahorro en los restaurantes.
Ahora en Europa hacen el chiste de que su cuñado le puede “quitar la cartera”, en referencia al alto puesto de comisario en la Eurocámara. Resulta que el exministro del Gobierno de Rajoy vendió a mediados de septiembre su participación en dos pequeñas empresas del sector petrolero; de esta forma pretendía desvincularse del sector para que sus decisiones fueran independientes. Por su participación en Dúcar y Petrologis recibió la suma de 437.000 euros. Además ni su mujer ni su hijo figuran en los consejos de administración de dichas firmas. Sin embargo, su cuñado Miguel Domecq posee más del 70 % de las petroleras, según desvelan los políticos adversarios. Y hay surge la discusión sobre si la decisión de Cañete puede beneficiar dichos intereses, el político reseña que su cuñado “no es familia directa”. “No hay conflicto de intereses: el mismo día que supe que podía ser comisario de Energía di orden de vender mis participaciones. He ido más allá de lo que exige la normativa”, ha recalcado.
¿Es un conflicto de interés la presencia del cuñado en esas sociedades? En las próximas horas sabremos si la Eurocámara lo veta o no. Sea como fuere, tras la dura jornada Cañete añorara la cocina española y sus manjares. ¿O se habrá llevado un jamón de Jabugo, unas latas de anchoas y de ventresca de bonito? Informa Alfredo Muñiz.


