La bodeguilla de la Moncloa alcanzó su esplendor en época de Felipe González. Entonces emulaba una típica tasca sevillana y, cada viernes, Carmen Romero organizaba cenas informales para los intelectuales de la época. Tras la salida al mercado del libro «Adiós, princesa», escrito por un primo de la reina Letizia, nos enteramos de la existencia de la bodega privada de Felipe de Borbón en su palacio particular. David Rocasolano cuenta que en la Casa del entonces Heredero no existía el protocolo de Zarzuela: «Felipe descorcha su botella de Vega Sicilia de 250 euros, la vierte en el decantador y cada uno se sirve. A veces incluso no había camareros. Ponían una mesa muy grande con bufé y fuera protocolos». La realidad sobre los precios habituales de Vega Sicilia es bien distinta a la valoración del primo de Letizia, esta pulbicación tan sólo reproduce lo que escribe David Rocasolano en su libro.
Asimismo, el pariente traidor relata la escasa afición a la lectura de los príncipes y la adoración por el vino del hijo del rey Juan Carlos. En el sótano de la entonces casa del príncipe Felipe se encuentra una vinoteca inmensa. Aunque Letizia pidió a su primo discreción para que no se supieran los detalles de la estupenda bodega. «Paseamos por el laberinto de anaqueles pisando arena de playa, paladeando el aroma noble a uva vieja y contemplando el fabuloso espectáculo del vino». Por lo visto la arena de playa proviene de una playa del Índico porque tiene las condiciones óptimas para mantener el grado de humedad que necesita el vino.
El rey Felipe VI es un gran amante del mundo del vino pero tan sólo bebe un par de copas durante cada velada gastronómica, según remata el confidente. Relacionado: David Tejera es el padre del primer hijo que abortó la princesa Letizia, según su primo Rocasolano.
El exnovio de la princesa Letizia desmiente a David Rocasolano vía twitter