Hace unos meses recibí por correo un libro dedicado, se titula «Tesón, imaginación y ética para ser útil a los demás», escrito por el empresario sevillano Valentín Álvarez Vigil. Un emprendedor nato que nos quiso legar en ese último texto sus principios de vida y su filosofía ante las circunstancias que nos toca vivir. En estos últimos meses hablé con él por teléfono en distintas ocasiones, siempre me preguntaba qué opinaba de su libro y estaba muy interesado en todos los aspectos de la gestión y transmisión de la empresa familiar. Me pidió mi colección de artículos sobre el tema y quería recopilar toda la información sobre la problemática de la empresa familiar en España en otra publicación. Además, me enviaba por WhatsApp sus chistes. Su último mensaje es divertido y visionario: un pollo desplumado con una frase: «Aquí está un español con los impuestos al día».
En los últimos tiempos, también le presenté a un grupo empresarial extranjero que estaba interesado en la adquisición de su cortijo en los alrededores del parque de Doñana, en Huelva, pero al final no cuajaron las negociaciones.
Recuerdos y un banquete virtual en su honor
En otras circunstancias, hubiera viajado a Sevilla a su entierro. Valentín bromeaba en vida sobre su último adiós, quería un entierro a lo grande con música y con una gran comida para todos sus amigos. Incluso comentaba que nos dejaría pagada la cuenta de esa última cena en una cláusula de su herencia. No sé si lo decía en broma o en serio, pero con la crisis del dichoso coronavirus tendré que organizar un banquete virtual.
Adiós a uno de mis mejores amigos de Sevilla. Me vienen a la memoria la Feria de Abril donde ejercía de anfitrión con una de las mejores casetas. Recuerdo cuando me invitó a ir con él a los toros; el coche de caballos nos dejó frente a la Real Maestranza. Me viene a la mente la Madrugá, esa noche tan intensa de la Semana Santa sevillana, y la cena que tuvimos con nuestro amigo Manuel Barea. La visita a la Exposición Universal de Sevilla en 1992 y tantos viajes en los que coincidimos. Uno de los últimos fue un congreso en Las Vegas donde tuve que hacer de traductor en las compras entre el sevillano y los americanos. Sus comentarios graciosos y con doble sentido eran complicados de traducir.
Ecovol: «La gran familia que compra unida»
Y por supuesto, recordar a Valentín Álvarez Vigil es recordar a Ecovol, su «hijo favorito» que nació en 1970, una fórmula comercial nueva, derivada de los economatos laborales que él había conocido muy bien con la constitución de Elces, un economato común a varias empresas que gestionó personalmente. El proyecto terminó en 1999, cuando vendió el negocio. Su eslogan: «La gran familia que compra unida» llegó a contar con más de 33.000 familias asociadas. Aunque Valentín comenzó desde joven a adquirir experiencia en una tienda fundada por su padre, un comerciante asturiano que abrió un negocio de ultramarinos en la calle Feria, le puso de nombre «La Asturiana». Para terminar, recordar que a nuestro protagonista le gustaba inventar frases publicitarias, por ejemplo: “Compra lo que necesites”. Y recopilar dichos motivadores. “Lo imposible es lo posible por hacer”. DEP. Informa Alfredo Muñiz.
Amigo Valentín:
Solo quiero decirte, que fué un placer el haberte conocido y contado con tu amistad. Creo que fuiste la persona que más impactó en mi vida, por tu forma distinta, de ver y enfocar los temas que se planteaban y con tesultados totalmente satisfactorios, y los hechos, lo demuestran. Pero es que además de empresario innovador, se une el de a mi juicio haber sido lo mas importante de cualquier humano… ¡¡ UNA BUENA PERSONA !!.
Hasta siempre Valentin.
Dicen que no se muere, hasta que no se olvida. Pués bien, Valentin, tu tardarás muchos años en morir, pués va a ser imposible olvidarte.
Mensaje recibido de Víctor: Muchas gracias, JA. Excelente empresario y buena persona. DEP
Muchas gracias, JA. Excelente empresario y buena persona. DEP
Aurora: D. Valentín, te envío un abrazo celestial, hasta el infinito
Mar CARMEN: Un bonito último artículo a su figura
Que pena . DEP