Los Pantoja y los Rivera se baten en duelo a muerte, en los platós televisivos, 36 años después de la muerte del torero Francisco Rivera, Paquirri. El linchamiento mediático contra la viuda de España es evidente, y las sombras respecto al reparto de la herencia manifiestas.
En los momentos actuales de pandemia son muchas las familias que se ven involucradas en procesos de transmisiones patrimoniales por la muerte de sus seres queridos. Las circunstancias económicas provocadas por el covid, se unen al requerimiento del pago del impuesto de Sucesiones y Donaciones. ¿Ha pensado el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias algún tipo de ayuda para hacer frente al pago de los tributos en estos momentos tan delicados? Téngase en cuenta que en muchos casos está vinculado con empresas familiares que constituyen la base de la economía nacional y que podrían peligrar millones de puestos de trabajo que dependen de forma directa e indirecta de dichas fortunas.
¿Es justo el pago del Impuesto de Sucesiones y Donaciones?
Se trata de un impuesto directo y progresivo que varía en función de:
– El patrimonio preexistente que ya pagó impuestos.
– La relación de parentesco con el causante.
– La cantidad heredada que tendrá que actualizarse al valor actual.
Con lo cual, cada uno pagará este impuesto en función de lo que de la herencia reciba. Existe un plazo de 6 meses desde el fallecimiento del causante para pagarlo (prorrogable en determinados casos tasados).
Asimismo, es de destacar la regulación autonómica en la materia, que implica grandes diferencias de pago dependiendo de la Comunidad Autónoma, existiendo hoy en algunas regiones grandes bonificaciones o, incluso, exenciones. Mientras en otras, el gravamen puede provocar la ruina de los herederos. Por tanto, existe una discriminación fiscal de los españoles de unas Comunidades Autónomas respecto a otras.
¿ En la constitución española reza que todos los españoles somos iguales ante la ley?, ¿existe alguna propuesta para homogeneizar y otorgar sensatez en caso de la continuidad en los negocios familiares?
En estos momentos, se resucita la herencia envenenada de Paquirri con la supuesta perversa Isabel Pantoja que parece convertirse en la madrastra de Blancanieves. En lugar de los siete enanitos, el cuento es protagonizado por Fran y Cayetano, los hijos de su viudo con su anterior esposa, Carmina Ordoñéz. Aunque la «mala» de la película, ha despojado también de la corona de su imperio -Cantora-, incluso a su propio hijo Kiko. Ella, la Pantoja pregunta a su espejito mágico: ¿Quién es la más bella y artista del reino? Mientras su hermano Agustín susurra entre bastidores: «La Pantoja en la más grande del reino». Entretanto, para darle más morbo al culebrón, su otra hija adoptada del Perú, Chavelita, se encuentra encerrada en un reality televisivo, y vemos como podría terminar heredando parte de la herencia de Paquirri, al estar a nombre de su propia madre adoptiva ….
En las entregas televisivas hasta surgen reapariciones estelares de ex-amantes, ex-personas de confianza, ex-toreros amigos, ex-chóferes y ex-chachas. Todos destapan los asuntos más turbios.
En el fondo, problemas similares entre los herederos y la Hacienda Pública surgieron en el reparto de la herencia envenenada de Rocío Jurado, Rocío Dúrcal, Camilo Sexto y millones de españoles anónimos. El gran dilema es que ocurrirá con las empresas familiares y sus retos para afrontar el pago de los impuestos sucesorios en plena pandemia del covid 19.
Ahora vivimos el drama sanitario, en los próximos meses nos enfrentaremos a la tragedia económica provocada por el pago de los injustos impuestos que provocan las herencias.
Como se puede deducir de lo expuesto, tanto La Chipionera, Rocío Jurado, como Paquirri dispusieron en su testamento de cuotas, el problema reside en la valoración de los bienes concretos, esa valoración ha de ser la de mercado, pero ¿cómo determinar cuál es esa valoración de mercado? Y, además, hay que cumplir una serie de criterios legales que se complican en el caso de las sociedades familiares. Y que pueden convertirse en grotescas ante el ánimo recaudatorio de algunos inspectores fiscales.
No existe un modo fijo de hacerlo, de ahí la conveniencia de nombrar a un contador-partidor, ya que esa valoración no deja de ser algo sujeto a la negociación de los interesados, y el contador-partidor evita la larga discusión que se suscitaría en torno a este tema haciendo las valoraciones y particiones más oportunas de acuerdo con la voluntad del testador. Aunque el asunto se complica ante los distintos criterios de valoración y las lagunas en la legislación fiscal que en muchos casos terminan en los tribunales con el consiguiente coste de tiempo y dinero.
Con independencia de que se haya cometido algún error en la valoración de los bienes que haya podido ocasionar algún perjuicio a los interesados en la herencia de Rocío Jurado o de Francisco Rivera, si todos están de acuerdo sobre la partición hecha por el partidor, se acepta ésta como válida. Además, hay que tener en cuenta, que el contador-partidor suele ser una persona de especial confianza de la familia, a la que se le ha conferido este encargo contando probablemente que tendría los conocimientos necesarios para cumplirlo y que respetaría, al máximo posible, la voluntad de “La más grande” o del torero. Otro asunto, es el desenlace final provocado por los egoísmos personales y las trabas legales encontradas en el camino. Informa Alfredo Muñiz.
Reflexiones y actuemos con sensatez, no merece la pena que una familia se rompa a causa del reparto en la herencia. Véase: Después de la muerte de Rocío Jurado resurgen problemas por su herencia envenenada
